domingo, 16 de diciembre de 2018

No puedo dormir #2

De nuevo escribiendo cuando debería estar durmiendo. Probablemente sea porque no soy lo suficientemente capaz de hacer este trabajo. (Vaya, ¿así de hundidos empezamos? Es precisamente este sentimiento el que me mantiene despierto.)

Escribir aquí me da fuerzas para seguir adelante (y me ayuda a tener sueño) y a no desanimarme ante la charla diaria. Que si no tenemos ni idea, que si no trabajamos, bla, bla, la cantinela de siempre. Incluso cuando formaba parte de uno de los cursos más brillantes de bachillerato de ciencias el patrón era siempre el mismo. Nunca trabajábamos lo suficiente. Yo era bastante más despreocupado hace tres o cuatro años. Ahora, siendo consciente de que sí que puedo trabajar más y no lo hago, me siento culpable día tras día. Obviamente, la motivación decae si estoy combatiendo constantemente esta sensación de no estar dando el 100% cuando hay que darlo más que nunca. Ahora sí soy consciente de lo que está en juego, y es un futuro laboral próspero si consigo convertirme en un buen desarrollador.

Por lo menos, he tenido alguna alegría estos días. Aprobando los módulos que me tengo que quitar de encima este trimestre para por fin dedicarle el tiempo completo al aprendizaje de lo complejo en las restantes. Pero claro, no puedo abandonar así como así esos módulos. Hay que demostrar el interés por la profesión y la asignatura, y hay que demostrarlo YA.

Supongo que veis el problema, o al menos lo veo yo, que soy quien llora, se queja y patalea. Lo simple nos drena el tiempo para aprender lo complejo. Hay que avanzar como sea pero no lo conseguimos, y por mucho que haya una doble respuesta en la pregunta: ¿De quién es la culpa?, siempre parte de esa culpa cae en nosotros. Es imposible pretender negarlo.

El dúo de módulos complejos puedo visualizarlo ahora mismo como el paredón, sólo que en lugar de fusilarnos nos dan bofetadas de realidad mientras nos dicen que no nos desanimemos. Esto para los que van a huir del ciclo sólo es un mal menor, pero para mí, que planeo quedarme todo el tiempo que pueda hasta considerar que sé lo suficiente, es un dolor de mejillas o un desencaje de mandíbula. Voy a estar recibiendo estas bofetadas mucho tiempo, y eso es aterrador. Tenemos pintado el mundo laboral como un retrato cruel, una lucha por la supervivencia que siempre vamos a perder. No digo que no sea así, porque probablemente lo sea. No está de más que apliquemos la misma disciplina que habrá ahí fuera en la clase, para que estemos preparados. Supongo que es algo que tenemos que aguantar como sea.

La vida es maravillosa, ¿eh? Sobre todo para el despreocupado de mí que era hace tres y cuatro años. Es así como puedes apreciar la verdadera belleza, cuando no hay preocupación. Yo escogería la inmortalidad si fuese posible, pues lo único que no te permite hacer las cosas que quieres es el tiempo (Esto último es parafraseando a Monty Oum. Va a convertirse en un recurrente en estos posts.). Sigo pensando que la vida es maravillosa, y lo digo desde la perspectiva de haber perdido mucho tiempo de la misma en vano.

Eso sí, la depresión y la ansiedad son dos de las aflicciones más comunes de los informáticos. No creo que padezca alguna de estas dos por el momento; pero en ocasiones tiendo a exagerar las emociones, otras veces la apatía se apodera mí, y en muchas ocasiones se combinan las dos, y me muestro "hiperapático", si es que existe semejante composición de palabras. Ya empiezo a pillar el sueño y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Todo por recordar una cita de Braveheart.

 "Todos los hombres mueren, pero no todos los hombres realmente viven."

Buenas noches.

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