domingo, 16 de diciembre de 2018

No puedo dormir #2

De nuevo escribiendo cuando debería estar durmiendo. Probablemente sea porque no soy lo suficientemente capaz de hacer este trabajo. (Vaya, ¿así de hundidos empezamos? Es precisamente este sentimiento el que me mantiene despierto.)

Escribir aquí me da fuerzas para seguir adelante (y me ayuda a tener sueño) y a no desanimarme ante la charla diaria. Que si no tenemos ni idea, que si no trabajamos, bla, bla, la cantinela de siempre. Incluso cuando formaba parte de uno de los cursos más brillantes de bachillerato de ciencias el patrón era siempre el mismo. Nunca trabajábamos lo suficiente. Yo era bastante más despreocupado hace tres o cuatro años. Ahora, siendo consciente de que sí que puedo trabajar más y no lo hago, me siento culpable día tras día. Obviamente, la motivación decae si estoy combatiendo constantemente esta sensación de no estar dando el 100% cuando hay que darlo más que nunca. Ahora sí soy consciente de lo que está en juego, y es un futuro laboral próspero si consigo convertirme en un buen desarrollador.

Por lo menos, he tenido alguna alegría estos días. Aprobando los módulos que me tengo que quitar de encima este trimestre para por fin dedicarle el tiempo completo al aprendizaje de lo complejo en las restantes. Pero claro, no puedo abandonar así como así esos módulos. Hay que demostrar el interés por la profesión y la asignatura, y hay que demostrarlo YA.

Supongo que veis el problema, o al menos lo veo yo, que soy quien llora, se queja y patalea. Lo simple nos drena el tiempo para aprender lo complejo. Hay que avanzar como sea pero no lo conseguimos, y por mucho que haya una doble respuesta en la pregunta: ¿De quién es la culpa?, siempre parte de esa culpa cae en nosotros. Es imposible pretender negarlo.

El dúo de módulos complejos puedo visualizarlo ahora mismo como el paredón, sólo que en lugar de fusilarnos nos dan bofetadas de realidad mientras nos dicen que no nos desanimemos. Esto para los que van a huir del ciclo sólo es un mal menor, pero para mí, que planeo quedarme todo el tiempo que pueda hasta considerar que sé lo suficiente, es un dolor de mejillas o un desencaje de mandíbula. Voy a estar recibiendo estas bofetadas mucho tiempo, y eso es aterrador. Tenemos pintado el mundo laboral como un retrato cruel, una lucha por la supervivencia que siempre vamos a perder. No digo que no sea así, porque probablemente lo sea. No está de más que apliquemos la misma disciplina que habrá ahí fuera en la clase, para que estemos preparados. Supongo que es algo que tenemos que aguantar como sea.

La vida es maravillosa, ¿eh? Sobre todo para el despreocupado de mí que era hace tres y cuatro años. Es así como puedes apreciar la verdadera belleza, cuando no hay preocupación. Yo escogería la inmortalidad si fuese posible, pues lo único que no te permite hacer las cosas que quieres es el tiempo (Esto último es parafraseando a Monty Oum. Va a convertirse en un recurrente en estos posts.). Sigo pensando que la vida es maravillosa, y lo digo desde la perspectiva de haber perdido mucho tiempo de la misma en vano.

Eso sí, la depresión y la ansiedad son dos de las aflicciones más comunes de los informáticos. No creo que padezca alguna de estas dos por el momento; pero en ocasiones tiendo a exagerar las emociones, otras veces la apatía se apodera mí, y en muchas ocasiones se combinan las dos, y me muestro "hiperapático", si es que existe semejante composición de palabras. Ya empiezo a pillar el sueño y una sonrisa se dibuja en mi rostro. Todo por recordar una cita de Braveheart.

 "Todos los hombres mueren, pero no todos los hombres realmente viven."

Buenas noches.

lunes, 10 de diciembre de 2018

No puedo dormir

Probablemente sean mis preocupaciones de que aún me falta un largo camino antes de llegar a ser un desarrollador que sirva para algo en el sector. Las clases no se van a detener por mí y mi incompetencia. Hay otros alumnos que pueden salir bien preparados antes que yo, y no quiero ser quien frene el ritmo. Tengo decidido casi desde el principio de este segundo año que voy a quedarme estudiando el tiempo que yo estime oportuno, ya sean dos años más o cuatro.

Mi situación actual en mi aprendizaje es que estoy saturado de nuevos conceptos que debería haber aprendido el año pasado y que no tengo la mentalidad de programador que debería haber desarrollado. Noto que poco a poco va mejorando, pero a su ritmo.

Hay una ventaja. Cada vez estoy más convencido de que me gusta la informática. Y este hilo de pensamiento comenzó en un fin de semana antes de un golpe duro en nuestras clases. Los profesores son conscientes de nuestro bajo nivel, pero tengo por seguro que es frustrante para ellos no poder ir al máximo de su capacidad para prepararnos ante lo que nos encontraremos fuera. Es entonces que tienen la sensación de que no trabajamos lo suficiente. Probablemente sea verdad. Debería estar leyendo código en lugar de escribir tonterías tumbado en mi cama.

¿Por qué no lo hago? Porque he tomado la decisión de hacer una pausa y reflexionar largo y tendido. De nada me sirve tener estos pensamientos sueltos en mi cabeza sin liberarlos. Sólo «ocupan espacio en memoria», si utilizo la jerga de donde pertenezco.

Le estaré muy agradecido a LiveOverflow a lo largo de este segundo año en el ciclo. Ha sido un empujón increíble de motivación. Lo descubrí a primeros de Diciembre, justo antes de un lunes muy duro para nuestra clase, sólo porque nos darían un par de bofetadas de realidad, y eso a nadie le suele gustar.

"STOP WASTING YOUR TIME AND LEARN MORE HACKING"

Sólo que cambiaría la palabra "hacking" por "developing". Pero ese pensamiento seguro que lo hemos tenido muchos de nosotros, o cualquiera de vosotros los lectores (eso sí, con otras palabras) si estábais estresados o abrumados ante un proyecto de enormes dimensiones. Con cualquier cosa que hagas que no esté relacionada con la tarea que tienes que hacer, siempre tendrás esa sensación en la otra parte de tu mente llamando a la puerta. Esa sensación de que no deberías estar haciendo algo fuera de tu proyecto. Eso, continuamente, pasa factura. No conseguía disfrutar con casi ninguno de los pasatiempos con los que intentaba evadirme. Ya no juego al Tekken (ni a ningún videojuego, en general) regularmente ni voy apenas a las quedadas que organiza la comunidad local para jugar entre nosotros (ya que probablemente estoy apoyando a un muy probable futuro emprendedor). Ya no escribo regularmente y las ideas con las que estaba ilusionadísimo por escribir se han perdido a causa del tiempo y del desuso. Intercambié muchos de los vídeos de entretenimiento que yo consumía el año pasado por vídeos relacionados con código y aprendizaje en mi materia. Empiezo a notar que me distancio poco a poco de muchos de mis amigos, y eso es un poco triste, aunque yo esté acostumbrado a ser solitario y lo aguanto casi sin problema; eso si no estoy exagerando ese distanciamiento por mi...¿desesperación? Voy a llamarlo flaqueza, que describe mejor lo que quería decir. Esto ahora ha cambiado, obviamente. Gracias a LiveOverflow . Gracias a que alguien me tenga que decir que tengo que tomarme un descanso. Hasta uno de mis profesores ve claramente que me cuesta mucho poner buena cara o sacar una sonrisa en clase. Sus esfuerzos por animarme no son en vano, aunque sí me dejan sin palabras para contestarle en el momento.

Lo único que me devolvía la sonrisa o las emociones antes de ver ese vídeo eran los menos de 30 minutos de un nuevo episodio de RWBY (webseries) cada sábado. Es curioso que lo que me devuelva la sonrisa sea la creación de Monty Oum, que también se ha convertido en un modelo a seguir en lo que a mi filosofía de trabajo se refiere; simplemente porque me ha propuesto un reto y, a continuación, me ha convencido de que la recompensa es cierta.

"Can you match my resolve? If so, you will succeed."

(Voy a dejar el enlace al blog de Monty Oum. La entrada sobre la muerte de su madre es de las mejores cosas que he leído nunca. Probablemente porque no he leído lo suficiente.)

Parece que ya me está entrando el sueño. Supongo que ya he soltado la mayor parte de lo que tendría que soltar, pues no se me ocurre qué más decir. Intentaré dormir la hora y media que me queda antes de levantarme para ir a clases.

Buenas noches.

Y gracias, Monty. Ahora entiendo por qué los fans de tu serie fueron tan afectados por tu muerte. Eres increíble.

jueves, 1 de marzo de 2018

Sugerencias para escribir #3: Mundo matemático

¡Tercera subida con writing.prompt.s! Disculpad por no haber avisado la semana pasada, pero sin un ordenador me fue imposible hacer la subida. Espero que os entretenga esta idea tan extraña. ¡Nos vemos la semana que viene!


Un día eres transportado a un mundo donde la gente lucha y se defiende con ecuaciones matemáticas. ¿Puedes sobrevivir?

-¿Seis por cuatro?
-Veinticuatro.
-¿Y siete por cuatro?
-Veintiocho.
-¿Y qué es este símbolo extraño?
-¿A ver? Ah, derivadas parciales... Dame un momento que te lo traduzca y continúas. Descansa un rato.

Se tumbó inmediatamente en el mismo suelo y dio un largo suspiro. Era una tarea difícil para ella. Las matemáticas la hacían sufrir, así que entrar en este mundo ha sido lo peor que podía pasarle. Las matemáticas lo resuelven todo aquí. Mi nivel es superior a la media, pero fácilmente desmontable para alguien que de verdad conoce los entresijos matemáticos. Para mi acompañante... Le cuesta multiplicar de memoria. Mi mayor temor es que alguno de esos matemáticos nos descubra. Me he dedicado a defenderla durante todo el tiempo que ha estado trabajando en nuestro proyecto de supervivencia.

En este mundo en el que hemos llegado a parar todo conflicto se resuelve mediante un duelo de ecuaciones matemáticas. Muchos vándalos han aprendido trucos y ecuaciones con trampas comunes para aquellos que no tienen cuidado con sus cuentas, para así despojar a sus víctimas de sus posesiones. Nuestro plan es desarrollar una barrera impenetrable. Con las habilidades artísticas de mi acompañante, estamos creando un plano geométrico completo. Un búnker donde nadie o muy pocos puedan entrar.

Vectores, lógica, matrices, métodos numéricos... He exprimido al máximo todo lo que he aprendido en mi vida. Tenía que terminar el proyecto costase lo que costase. Sin embargo, no puedo hacer que mi acompañante trabaje sin descanso, más aún con su nivel.

Pero aún no estábamos a salvo, y por esto fue que tuve que defendernos. A los dos. Un hombre joven que acechaba nos descubrió e intentó atacarnos. Afortunadamente, era un problema sencillo utilizando la fórmula de la gravitación universal. Lo expulsé inmediatamente proponiéndole que diagonalizase una matriz. Su cara era un poema. La misma que ponía yo cuando la profesora estaba llenando la pizarra de símbolos y números que no comprendía.

Pero ese no fue el único asalto ese día.

Aquella noche, se acercó alguien que yo ya conocía. Entré en pánico. Nicolás España.

- Me suena tu cara. ¿Yo te di clases?
- Cálculo. Primer cuatrimestre. - Respondí en seco.
- Probablemente. Tengo muchas cosas y muchos alumnos, lo siento. Me parece muy interesante lo que estás haciendo aquí.
- No es nada del otro mundo.
- Pero si lo terminas sí que lo será. No me fío.

Atacó directamente. Sin embargo, me extrañó que no lo hiciese con matemáticas de alto nivel, sino con las de mi año de carrera. Suspendí cálculo, sí, pero no era un completo inútil. Pude resolver la integral indefinida que me propuso.

Era mi turno. ¿Qué podía hacer yo para desestabilizar a mi maestro? No se me ocurría nada, así que le dije que resolviese lo que yo tenía en mente. 128 por la raíz de e por 980. Extrañado, la resolvió con facilidad. Esperaba que mi pregunta fuese más difícil.

- Veo que no tienes nada bueno con lo que atacar. No quiero pasarme todo el día aquí. Acabemos ya.

Esta vez sí. Un problema que sonaba a otro idioma. Sin embargo, yo lo había escuchado. Alguien con quien hablaba mucho y que sabía más matemáticas que yo. Me había explicado cómo resolverlo simplemente porque habla demasiado, pero le estoy muy agradecido. Mi profesor quedó atónito cuando respondí con cierta fluidez a su ataque. Era mi turno y gracias a recordar a mi amigo, tenía un ataque definitivo.

- Puede que sepas mucho, pero si no trabajas con ciertos aspectos de la matemática puedes equivocarte fácilmente.

Cuaterniones. Esa era mi última baza. Tenía que funcionar. Si no, estábamos perdidos. Yo no lo sabía, pero mi acompañante estaba espiando el duelo bastante angustiada.

Mi ataque no funcionó. Lo resolvió. Bajé la cabeza.

- Seguid trabajando. Has recuperado el respeto que perdiste con tu examen final. Ya recuerdo. Estuviste cerca, pero ahora lo has conseguido. Nos vemos.

Se marchó. Me despedí con la mano, aún sin creerme lo sucedido. Mi acompañante me abrazó de inmediato. Me sentía realizado. Había sido pura casualidad, pero aún así, algo me decía que había aprendido.

jueves, 15 de febrero de 2018

Sugerencias para escribir #2: La princesa bruja

¡Segunda semana con writing.prompt.s! De verdad que me inspiran muchísimo las ideas que comparte. Ojalá tener tiempo de utilizarlas todas, pero bueno, esta en concreto me gustó bastante. ¡Espero que os guste también a vosotros!

Link al post: (en inglés)


Eres el señor del mal. Has secuestrado a la princesa. Desafortunadamente, ha desarrollado un Síndrome de Estocolmo y ella ahora está mucho más loca y es más malvada que tú.

Seis meses habían pasado. Seis meses hasta que por fin consiguieron derribar mis defensas exteriores. La princesa, sin embargo, era mía. Aunque la liberen, no irá con sus salvadores. Debo reconocer que han sido bravos guerreros, pero la guerra ya la había ganado yo desde el principio. Con la princesa en mi poder, sólo necesito deshacerme del rey en cuanto se quede sin tropas. Las estaba malgastando en derribar las defensas de mi fortaleza, pero sus intentos eran en vano.

Eso pensaba yo en aquellos momentos. Ahora soy yo el encerrado en la mazmorra de mi propio castillo, y son los mismos guerreros que iban a por mí los que vienen en mi busca para salvarme. No entiendo la razón de su tardanza. ¡Es recorrer el mismo camino que hicieron la última vez! Fue una sorpresa agridulce el momento en el que los caballeros liberaron a la princesa de su celda. Grave error por su parte. ¡Supuse que estaría a mi merced! ¿Quién habría esperado que se volvería en contra de todos? Es una poderosa bruja. Grave error también el mío por dejarla leer MIS libros. Le tomó un chasquido de dedos meterme en la celda y expulsar a los guerreros. Lo peor es su plan. No sólo quiere conquistar Stygian, sino todas las tierras... Y aniquilarlas por completo. ¡Habrase visto! No tiene sentido su idea.

Escucho pasos raudos. ¡Ya vienen a liberarme! Fue un alivio ver a mis enemigos de nuevo, aunque esto se trataba de una tregua frente a un mal común. O eso supuse, pues tras derribar el portón blindado de mi celda muchos me apuntaron con sus espadas y me arrinconaron.

¿¡Qué sucede!? Chillé.

No podía creer cómo me respondieron. ¡Estaban de parte de la princesa! ¿Los estaría controlando? Me llevaron a punta de espadas y bastones subiendo las escaleras con mis manos atadas y me presentaron frente a frente con la princesa.

"Vaya vaya... Perdone mis formas, Bolzar, gran hechicero y antiguo señor del castillo."

Se reía de mí, estaba seguro. Aún así, su aspecto era imponente. Era mucho más alta y ancha que los humanos normales y había perdido su piel pálida adquiriendo un ligero tono verdoso. Se había convertido en un monstruo.

"Antes... Me dejé llevar un poco. Estaba realmente excitada por poder salir de mi prisión y así demostrarte quién es la que manda de verdad."

No respondí, pero lancé una odiosa mirada hacia ella. Los caballeros no movían un músculo. Apenas se les escuchaba respirar.

"¡Soldados! Dejadlo libre. Quiero divertirme con él retándole a un duelo de magia. Conoces las reglas, ¿cierto?"

Mientras los guardias se apartaban de mi alrededor, respondí, confuso: "No hay reglas."

"Exacto."

Me atacó al instante con su primer hechizo. Afortunadamente mis reflejos fueron suficientemente rápidos como para defenderme. Los guardias se escandalizaron y se notaba en la cara de la princesa bruja que no deberían comportarse así. Uno de los caballeros se había acercado por su espalda y clavó su espada. No estaban siendo controlados. Ellos pretendían serlo. Una gran argucia.

"¡Esto no quedará así! ¡Volveré!"

Eso decía entre chillidos estremecedores hasta que se desvaneció.

Tendré que abandonar mis planes de conquista de Stygian por el momento. No puedo arriesgarme a que esta bruja me arrebate lo que consiga en el último momento. Voy a por ella, aunque tenga que colaborar con estos bárbaros.

No aseguro una continuación, pero si me siento con inspiración haré otra subida en este escenario... ¿la semana que viene? Y también se me ha colado ahí una referencia a cierto lugar... ¿Stygian? Alguien ha estado apoyando a Deimos Studio en la demo de su videojuego... Id a echarle un ojo, ¿no? Están en una campaña de crowdfunding, igual os interesa. ¡Nos vemos la semana que viene!
link a la página web de 'The tenth hell: Stygian', por Deimos Studio

jueves, 8 de febrero de 2018

Sugerencias para escribir #1: Superpoderes

Creo que es buena manera de empezar mi 20 cumpleaños hoy, 8 de febrero, escribiendo este relato corto sabiendo que por tan sólo un año no soy 100% fiel al reto que me he propuesto. Voy a hacer mi reto de "writing.prompt.s". Pueden seguirlo en Instagram (@writing.prompt.s) y lo que hace es dar ideas para escribir y, siendo honesto, son bastante buenas. Tendréis cada jueves a partir de ahora un relato sacado de estas ideas por el momento, mientras trabajo en las mías propias. Espero que os guste. Yo me retiro a dejaros con un regalo de cumpleaños, ¡aunque debería ser yo el que lo recibiese!

Link al post: (en inglés)


Es 2138, y a los 20 años todos pueden escoger únicamente un superpoder otorgado por el gobierno. Ahora que acabas de cumplir los 20, vas al palacio de justicia para elegir tu superpoder cuando descubres en los registros que hay un superpoder que todo el mundo ha pasado por alto.

Por el camino me preguntaba cuál sería el superpoder más popular. ¿Superfuerza? No. Era muy complicado para mí pensar eso. Me concentré en aquellos que más me gustarían. Invisibilidad, Inmortalidad... Aceptaría cualquier inconveniente que conlleven esos poderes. Sin embargo, mi decisión cambió cuando me permitieron ver los registros. No podía resistirme. Mi "superpoder oculto" en mi interior es la excentricidad, y mi reacción al ver que un superpoder no había sido elegido por nadie pudo conmigo. Comparado con otros, tener el superpoder de la "Memoria" no era muy atractivo de por sí, pero no lo dudé un segundo. Mis pensamientos desbordaban al imaginarme las posibilidades que tendría con semejante poder. También pude pensar en los inconvenientes mientras arreglaba el papeleo. Recordaría también cualquier cosa mala que sucediese. No podría borrarlo de mi memoria. Sin embargo, estaba dispuesto a aceptar ese "castigo".

Aceptaré eso a cambio de no olvidarme de la fecha de un cumpleaños nunca más.

¿Cuál sería vuestro superpoder? ¿A que no olvidarse de nada no estaría tan mal? Yo te compraría ese poder, para ser sincero. Entre risas me retiro, ¡hasta la semana que viene!

jueves, 1 de febrero de 2018

Málaga Jammer Spirit

Pues como dije en la subida de la semana pasada, he estado participando el fin de semana en la Malaga Jam Weekend VII. Han sido tres días en los que he aprendido muchísimo, me lo he pasado genial y entre todos los miembros de nuestro grupo conseguimos completar el desarrollo de un videojuego en 48 horas. Aquí voy a escribir algo que finaliza el mes de Enero (Aunque estemos a principios de Febrero), el cual ha sido caótico cuanto menos. Muchas cosas que he subido este mes no volverán a ver la luz, y las considero experimentos, cosas que se me vienen a la cabeza y las escribo. Sin más dilación, comienzo el mes de Febrero y he aquí mi espíritu de Málaga Jammer.


Málaga Jammer Spirit

Dedicación, entusiasmo, apoyo y aprendizaje. Decidimos aventurarnos los cuatro en la mazmorra. Nuestras ganas de superar el reto nos hicieron atravesar las primeras estancias a una velocidad increíble. Las ideas fluían entre nosotros. Tal rapidez a la hora de decidirnos por la que consideramos la mejor de las ideas nos dio un impulso que realmente necesitábamos. Antes de que cayese la primera noche, ya habíamos comenzado la aventura. Nada nos podía detener... Excepto los imprevistos.

Esa noche sentí algo. Algo nos vigilaba. Mientras dormíamos, una pesadilla asaltó a la pobre N. Una especie de maldición la emboscó aprovechando la guardia baja y la oscuridad. La mañana siguiente la sorpresa para todos nosotros fue mayúscula. Su rostro estaba tremendamente pálido y apenas podía moverse por sí misma. Estaba debilitada. No tuvimos otra alternativa que cargar con ella. Bueno, yo precisamente no. Se encargaron J. y A., mis dos compañeros. Sinceramente, tenían ambos mejor don de gentes que yo, que probablemente la habría cargado como si fuese un saco.

Nuestro paso se vio frenado sobremanera. No era culpa de N., pero es un hecho que avanzábamos lentamente. Encargado de la antorcha, tenía que estar alerta en todo momento, y afortunadamente no fallé en mi cometido. Cruzamos por los pasadizos con extrema precaución y finalmente logramos llegar a la sala del tesoro.

Tan fácil no iba a ser. Era una trampa. Yo era el único que tenía las manos libres para abrir el cofre y eso intenté hacer. Lentamente levanté la parte superior y se escuchó un "clac". Un mecanismo se activaba para cerrar la puerta por donde habíamos entrado. No había salida y el techo comenzó a desplomarse sobre nosotros. J. mantuvo la compostura y, como nuestro líder, ordenó a A. que colocase a N. sentada en el suelo, reposando en una pared mientras J. y yo intentábamos utilizar el cofre como refugio ante el desplome. Una maniobra arriesgada, pero ejecutada rápidamente. Conseguimos salvarnos, al fin y al cabo. Llevándonos nuestro tesoro. Game Over. El juego estaba terminado.

viernes, 26 de enero de 2018

¡Voy a participar en Malaga Jam Weekend VII!


Pues como dice en el título. Lo primero es disculparme por no haber subido nada ayer jueves, pero de verdad que estaba hasta arriba de trabajo y estudio y se me ha echado el tiempo encima. A lo que iba, este fin de semana también voy a estar bastante ocupado porque voy a participar en la Malaga Jam Weekend VII. Debido a esto, he tenido que adelantar estudio y tareas que me han impedido subir algo, pero no me preocupa, porque voy a traeros algo sobre mi fin de semana el jueves que viene. Hasta entonces, lectores.

jueves, 18 de enero de 2018

Mis dos entradas para "100 palabras en un metro"

He aquí mis dos entradas para el certamen literario que tuvo lugar a finales de 2017 en el Metro de Málaga con el título: "100 palabras en un metro". No obtuve ningún premio ni mención, pero me gustaron mis entradas igualmente, así que aquí os dejo con ambos relatos breves de no más de cien palabras. El pie para los relatos era: "Este metro no lo pierdo."


El niño de los trenes de juguete.

Fue lo que dijo su personaje favorito mientras corría velozmente por la estación. La campana sonaba, lo que indicaba que el metro estaba a punto de marcharse sin él, pero consiguió entrar de un salto poco antes de que se cerrasen las puertas. El niño, que jugaba entusiasmado con su imaginación, sus muñecos y su tren de juguete, salió de su habitación para comprobar quién había tocado el timbre.


La autómata.

Era lo que pensaba cada mañana. Salía de casa siempre a la misma hora y caminaba con un ritmo invariable, dejando su huella solamente en las baldosas impares de las aceras de Puerta Blanca. Esta rutina era ejecutada una y otra vez a la perfección, como si de un autómata se tratase. A ella le gustaba así. Lo tenía todo bajo su control en su agenda. Ese día, para su sorpresa, perdió el metro tras haber realizado sin error alguno el mismo algoritmo. Aún dubitativa, respiró hondo y sonrió. Al fin se había librado de su rutina.

jueves, 11 de enero de 2018

RYB: Un sueño de año nuevo


Un sueño de año nuevo

- Va a cambiar sus vidas por completo. ¡No puedo hacerlo!
- ¡Tienes que hacerlo! ¡No queda tiempo y no tenemos otra opción!
- ...Está bien.
- ¿Los has elegido bien?
- Eso espero. Ya sabes: "Cada segundo es habilidad y cada segundo es suerte."
- Te lo tomas con demasiada calma. Vamos, se acaba el tiempo.
- Feliz año nuevo. Yui, Rui, Bui... Suerte.


Tras terminar esa frase y golpear las fichas fuertemente sobre la mesa, cerró los ojos y se mostraron tres fichas de dragones verdes. Eran las doce de la noche. Primer día de Enero del nuevo año.

Yui fue la primera en irse a dormir la noche de año nuevo. Celebrarlo con la única compañía de su madre no era el plan más divertido, así que pronto el aburrimiento se convirtió en sueño.

- Yui. Eres el primer dragón.

Yui no pudo articular ninguna palabra. No porque no quisiese, sino porque el sueño se desvaneció repentinamente. No le daría mayor importancia la mañana siguiente. Simplemente pensó que fue un sueño raro.

Bui fue el siguiente en ser vencido por el sueño la noche de año nuevo. No era de extrañar, pues la fiesta fue bulliciosa y divertida para él. Tuvo un sueño muy similar al que tuvo Yui el mismo día.

- Bui, eres el segundo dragón.
- ¿Eh?

Ahí terminaba el sueño de Bui. No obtuvo respuesta. Poco después, Rui volvió a casa y se durmió en cuanto se acostó en su cama. Había sido una noche estresante lejos de casa. Iba a tener un sueño casi idéntico.

- Rui... El tercer dragón.

Pasó lo mismo. La voz misteriosa se desvaneció junto al sueño.

- Sólo espero que no se vayan de la lengua con lo que van a poder hacer...
- Estás loco. ¿Cómo se te ocurre darles semejantes poderes? ¡La gente se dará cuenta! ¡No puedes dejar sueltos por el mundo normal a tres adolescentes con poderes sobrehumanos!
- No teníamos opción. Tenemos que confiar en la fortuna. Bueno, y en que nuestro enemigo no cuente con mejores bazas.

Bui fue el primero en levantarse. Él seguía pensando en el sueño. Era una sola frase, pero ese sueño tenía algo especial. Algo que no podía describir pero que recordaba.

Rui se despertó tarde, pero antes que Yui. Esta última fue la primera en descubrir lo que había pasado.

Yui estaba sola en casa, como de costumbre. Ella misma tenía que cocinar. Sin embargo, a la hora de encender el fuego, hizo un gesto con dos dedos y lo encendió, sin necesidad de cerillas. Lo hizo como si lo llevase haciendo toda su vida, pero no fue consciente hasta pasados unos segundos. Aún en shock, se concentró en terminar la comida rápidamente para después intentar repetir lo que había hecho.

Una vez fuera de los fogones, lo volvió a intentar. Un gesto con dos dedos que, de la nada, hacía salir una pequeña llama que se apagaba al instante. Yui no se lo creía. Pensó que era muy real para ser un sueño. Se quedó muy confusa. "¿Desde cuándo sé hacer esto?" Se preguntaba a sí misma. Yui había descubierto su primer poder como dragón.

- Pues lo ha descubierto pronto. Tiene sentido. Los otros dos no empezarán a saber de lo que son capaces hasta el día siguiente.
- Me tienes angustiado. Esto no es para nada seguro. Lo van a descubrir y no tendremos oportunidad alguna.
- Tranquilízate, Ryanpeikou. No van a revelarse fácilmente.

jueves, 4 de enero de 2018

Cuéntame un cuento: El colgante de jade

¡Feliz año nuevo lectores! Aquí os dejo el último cuento que he hecho improvisado hasta el momento. Fue uno que duró bastante y me quedé satisfecho con él. Lo que hizo el acordarme de un par de nombres de un MMORPG, Vindictus, pude crear esta historia improvisada. Espero que os guste.


El colgante de jade

Nel era una chica preciosa. Su cabello rubio brillante y su tez pálida, albina, hacían que nunca pasase desapercibida por las calles de Rocheste. Brakis, el hombre encargado de cuidarla a la par de trabajar en la herrería, la quería como si fuese su propia hija. Era una pena que su padre formase parte del ejército real y casi nunca podía estar en casa. Y otra desgracia es el paradero de su madre, totalmente desconocido.

La chiquilla había sido siempre muy pedigüeña, y la bondad de Brakis hacía que siempre tuviese todo lo que ella quería. Podría decirse que era la única niña mimada del lugar, o incluso del continente, teniendo en cuenta los tiempos difíciles que corrían.

Nel se había encaprichado un día por conseguir un cristal de jade para tenerlo en un colgante. Era una joya extraña y el hecho de que sólo pudiese encontrarse más allá del océano era un inconveniente. Brakis no podía abandonar Rocheste tanto tiempo como para embarcarse. Pidió a Nel que esperase pacientemente, porque no era sencillo hacerse con un cristal de jade. Consiguió convencerla a medias. Cada día volvía a preguntar sobre el cristal.

Todos los marineros ponían precios desorbitados para traer el cristal a Rocheste. Brakis no podía hacer frente a semejante gasto y todos sus intentos de regatear eran fútiles ante los codiciosos comerciantes marítimos.

La solución llegó de una manera inesperada.

Llegó a la herrería alguien que llevaba una armadura completa. Era casi imposible distinguir si era un hombre o una mujer, hasta que se quitó el casco y lo dejó en el mostrador de piedra provocando un sonido estruendoso. Una muchacha joven pero con mucho músculo reveló su pelo castaño recogido en una coleta y su rostro cicatrizado por la experiencia en la guerra.

- Necesito una armadura decente, si es posible. -¿Es usted mercenaria? -Si fuese de la Guardia Real no estaría aquí. -Tiene razón. Las que tengo están ahí detrás.

En el momento en que la mujer dejó su armadura anterior, lo vio. Un colgante con un cristal de jade rodeaba el cuello de la mercenaria.

-Perdone, ¿dónde ha conseguido ese colgante? - Preguntó Brakis inmediatamente tras reconocerlo. -¿Por qué pregunta? -Me gustaría saber dónde conseguirlo sin pagar una fortuna por él. -Es para su hija, ¿cierto?

Brakis estaba confuso y tardó en dar una respuesta tartamudeante.

-No, quiero decir... Sí, puede llamarse así... - Dijo mientras reducía el volumen de su voz. -No se preocupe, que yo le puedo conseguir uno. -¿Cómo? -Usted espere al siguiente ferry que vuelva a Rocheste. Volveré en él y le traeré lo que me ha pedido. -¿En serio? -No lo dude. Me quedo con esta. No me disgusta ni me molesta. ¿Cuánto? -Un cristal de jade. Llévesela. Confío en usted.

Tres días después, en el que Nel no había parado de insistir en preguntar por el colgante, Brakis esperaba en el puerto al ferry. Un enorme barco que se veía a lo lejos. Buscaba con la mirada a alguien parecida a la mujer, o con la misma armadura que se llevó, pero no la encontraba. Esperó sentado hasta que todos los tripulantes hubiesen bajado del ferry y ninguno daba el perfil.

Nel iba pegando pequeños brincos a través de las calles de Rocheste hasta que se encontró en la plaza a una mujer sentada en la fuente que llevaba un colgante con un cristal de jade exactamente como el que la niña quería

Brakis suspiró y se dio por vencido. En su camino de vuelta a la herrería, sin embargo, vio la escena.

Nel se había adelantado a hablar con la muchacha joven sobre el colgante. A ella, al contrario que a Brakis, sí que le contó dónde lo había conseguido.

"Un cristal de jade sólo se puede conseguir en las Islas Altas, al oeste. Están muy, muy lejos y alcanzar a conseguir alguno es muy peligroso. Los animales salvajes están al acecho, ¡y te pueden pegar mordiscos enormes!"

Eso, y más explicaciones sobre las aventuras de la mercenaria llegaron a los oídos de Nel, antes de que Brakis interviniese.

-¡Brakis, mira! ¡Es un colgante de cristal de jade! -Ya sé que querías uno, pero... -Me lo ha contado todo Ceara -dijo, señalando a la mujer - Si era taaaaaan difícil, ¡me lo tendrías que haber dicho!

Ceara se levantó del borde de la fuente y se dirigió al herrero.

-Le ruego me disculpe. No pude encontrar ningún cristal. -Oh... - Soltó Brakis bajando la mirada. -¡Pero no pasa nada! - interrumpió Nel el silencio - Seguro que Papá sí que puede conseguir uno. ¡Papá es increíble, viaja por todo el mundo!

Ceara se agachó y acarició el pelo de la chiquilla.

-Escríbele una carta. Estuve en la Guardia Real y lo que más nos gusta es recibir una carta de nuestros seres queridos. Seguro que, cuando vuelva, te traerá un cristal precioso.

Días después, en una isla rocosa...

- Nel... Cuando encuentre a tu madre, te daré el colgante que le regalé.