No
me esperaba de un simple cuaderno de tapas amarillas una historia tan...
Personal. Que dos enamorados escriban en un mismo papel como si fueran un solo
escritor y la historia que me han contado entre los dos, en cierto modo me
alegró. No sé si lo que hay aquí escrito es realidad o ficción, pero quiero
creer que aún existe el amor verdadero entre dos personas. Un amor de esos que
se ven en las películas. Voy a abrir sus palabras para todos ustedes.
Día 22 de abril de 2015. Un día
antes del día del libro. Decimotercer concurso literario del I.E.S. Fernando de
los Ríos. Mi relato ganó en la categoría B de prosa. Pero eso no fue nada que
me importase tanto como lo que sucedió inmediatamente después de esa entrega de
premios.
La
primera vez que te vi fue ayudando a un chico con el sonido en la gala
benéfica. Todo esto lo tengo muy borroso, ya que estaba muy centrada en
practicar para la gala. Se podía decir que te veía casi a diario después de
eso. Pero para mí eras sólo un alumno más.
Podría decir que la primera vez que
la conocí, fue en la biblioteca.
Después
de todo ese disparate, te conocí. Cuando saliste y empezaste a hablar así, me
enganché a la historia. Me parecía muy interesante todo en sí. La historia, la
descripción, el misterio de la guillotina... No sabes cómo de maravilloso era
imaginarse eso en la mente. Nunca olvidaré cómo se burlaba el que se sentó a mi
lado al ver semejante cara de estupefacción ante tu relato.
Termina
la entrega y te pierdo de vista. Quería leer la historia entera así que le
pregunté a una profesora si podía dejármela. Me dijo que tú tenías una copia
así que empecé a buscarte entre la gente y me quedé pensando si decirte o
quedarme con la duda de cómo terminaba aquello. No me preguntes cómo, pero algo
me decía en mi interior: "Nunca sabrás lo que pasará si no lo
intentas." y salí decidida a llamarte. Cuando te giraste, te miré a los
ojos y mi mente se colapsó por unos segundos. Hablaba sin pensar. A saber lo
que dije.
Terminó la entrega de premios.
Mientras ayudaba un poco a recolocar las sillas, una chica me preguntó algo. Sí,
era esa chica. Me preguntó si podía prestarle la historia completa, porque
quería saber cómo terminaba el fragmento que había leído en la entrega de
premios. Yo tengo un blog, así que quedamos el viernes, dos días después, en la
biblioteca a la hora del recreo para poder darle la dirección de dicho blog.
El viernes estuve ahí. No la vi y
ella no me vio. Pero ambos estuvimos allí. Ella estaba triste, porque creyó que
me había olvidado de ello. Yo creí que ella no había podido venir por cualquier
motivo y me fui antes de tiempo de la biblioteca. De verdad yo no me creía lo
que estaba a punto de suceder la semana que viene.
Lunes. Hora del recreo. Voy a la
biblioteca regularmente para adelantar un poco de trabajo, así que estoy allí.
Llega ella y, posando su mano sobre la mesa, me dijo: "No viniste el
viernes."
En ese momento estaba paralizado.
¿Cómo que no vine aquí el viernes? ¡Sí que estuve! Pero no fue eso lo que salió
de mi boca. Mentí para salir del paso. De todos modos, pude darle la dirección
de mi blog. Aún no conocía el nombre de esa chica.
Después
de eso iba a la biblioteca sólo para verte. Ni exámenes finales ni nada, sólo
verte. ¿Acaso crees que en primero estudiaba algo? Yo no estudiaba.
El martes volvió a la biblioteca. Me
dijo que la dirección no era la correcta. Yo, extrañado, volví a escribirla.
Era exactamente igual a la que le di, pero ella se fue igualmente convencida.
Cada
vez que iba a tu mesa a decirte algo o cuando iba a pedirte el blog, salía
corriendo y me ponía a gritar cual loca.
En realidad, ella quiso venir a la
biblioteca con una excusa para verme. Solamente para verme a mí de nuevo. No se
me habría pasado por la cabeza ese motivo en ningún momento.
Al día siguiente, ella estaba
haciendo un dibujo de la protagonista de mi historia y vino a enseñármelo a la
biblioteca. Me encantó. Ella dibujaba muy bien. Entonces, ocurrió. Ella posó su
mano en el borde de mi mesa de nuevo. Tras saludarla, me dijo que ella iba a
mudarse y cambiar de instituto. Así que por ese motivo, me dio su nombre y su número
de teléfono. La seguía viendo en la biblioteca varios días, pero el curso se
acababa. Pronto dejaría de verla. Yo iba a la biblioteca por inercia los
últimos días. No tenía deberes que hacer. Simplemente iba para verla a ella
desde lejos.
Llegó el verano. Sólo nos quedaban
los mensajes de texto mediante el teléfono móvil para comunicarnos. Cada vez se
volvieron más frecuentes. Aquí entró en juego mi mejor amigo. Él me recomendó
una novela visual cuya historia fue tan emotiva que me hizo llorar a moco
tendido enfrente de una pantalla, cosa que nunca había hecho ni he vuelto a
hacer. Hice una opinión sobre dicha novela, y la subí a mi blog. Pero esa
opinión tenía algo especial. Tenía un mensaje dedicado para ella. Ese mensaje
empezaba con una imagen sacada de la novela visual. Era sólo texto y decía así:
“¿Qué
piensa ella de mí? No tengo idea. La semana pasada pensé que podría haberle
gustado de un modo romántico, con eso del beso y todo. Me obligó a reflexionar
sobre mis sentimientos, también. ¿Qué haría ella si le dijera que me gusta de
ese modo? Me pregunto si en verdad es así. Maldición, ya no puedo entender ni
mis propios sentimientos. Debe ser algo contagioso.”
A continuación, para
terminar mi mensaje, escribí esto:
“¿Sabes?
Así me siento yo. A lo mejor le he dado demasiado a la cabeza jugando a este
juego, pero es demasiada la coincidencia. Rin pinta (como tú), tiene pelo
castaño (como el tuyo)... Me ha recordado a ti, en serio. Nos veremos una vez
más, así que espero que no pienses demasiado en esto, porque solo te traería
más problemas a tu cabeza. Simplemente quería decírtelo, y no encontré cómo, de
modo que así termino mi subida. Gracias. Por lo menos puedo vivir en mi
fantasía un rato más.”
Ella me contestó pasados unos días.
Me envió un mensaje al móvil mientras estaba hablando por Skype con mis amigos.
Inmediatamente me levanté de la silla. Mi corazón latía con fuerza de la
sorpresa que me llevé. El mensaje decía así:
"Dijiste que no querías darle más
problemas a mi cabeza.
Pero yo no los consideraría problemas. Son simplemente tus reflexiones. Esos "problemas" de los que hablas me nublan la mente. Es como si no pudiera pensar en otra cosa.
Pero yo no los consideraría problemas. Son simplemente tus reflexiones. Esos "problemas" de los que hablas me nublan la mente. Es como si no pudiera pensar en otra cosa.
Cuando dibujo recuerdo lo que dijiste sobre
Rin y lo mucho que me parezco a ella. Y es verdad. Expreso mis sentimientos a
través del arte. Ahora mis dibujos sólo son sobre gente callada, pequeñas
frases... más o menos así es como me siento yo. Es difícil de explicar. No sé
qué me pasa que parezco estar hechizada. Realmente, no sé de donde saco
siquiera las palabras para hablar.
Pero tengo que decir una última cosa: Yo no
tengo ningún blog, ni el don para escribir que tienes tú. Así que simplemente
diré; te quiero."
Tenía que responderle a ese mensaje
lo más rápido posible. Utilicé todo mi arsenal para escribir lo que de verdad sentía
yo:
"Ahora
es cuando yo me quedo bloqueado, me salto un latido de mi corazón y escupo de
lo que sea que estuviese bebiendo, atragantándome.
Has
escrito las dos palabras. Las has escrito y ahora no sé si estoy soñando o no,
o cómo debería leerlas. Así que es así como se siente uno... Creo que tengo
bastante miedo ahora mismo. Miedo de no saber qué hacer o qué contestar. Estoy
alucinando.
Creo
que sentí esto mismo una vez. Cuando me pararon en la biblioteca y alguien me
dijo que le había encantado mi forma de escribir. Entonces me quedé igual que
ahora. Tan sorprendido que atropellaría las palabras hablando. Más aún cuando
descubrí que dibujabas, y que estabas dispuesta a hacer un dibujo del personaje
que ideé...
Desde
ese entonces llevo queriendo decirte las dos palabras, así que me voy a tragar
mi timidez y… Te quiero. También."
Así nos conocimos. Yo la llevé a mi
mundo de imaginación y ella lo quiso hacer real. Mimi, la chica que me hizo
ganar el concurso literario, ahora es real gracias a ella.
A
continuación, hay escrita parte de una letra que ciertamente era de una
canción. Tras investigar, encontraron que era un fragmento de una canción
japonesa cantada por Miku Hatsune. Al parecer, él se había tomado la molestia
de traducirla.
"Tú
eres como yo.
Yo soy como tú.
Somos parecidos, pero a la vez diferentes.
Somos diferentes, pero somos parecidos.
Mientras yo sigo diciendo 'te quiero',
estos sentimientos de amor siguen creciendo y enviando
desde mí, hasta ti, muchísimas
palabras de amor."
Yo soy como tú.
Somos parecidos, pero a la vez diferentes.
Somos diferentes, pero somos parecidos.
Mientras yo sigo diciendo 'te quiero',
estos sentimientos de amor siguen creciendo y enviando
desde mí, hasta ti, muchísimas
palabras de amor."
Debajo,
escribió una frase la cual descubrieron que pertenecía a la novela visual que
mencionó anteriormente.
"¿Cuál
es la palabra para cuando sientes dentro de tu corazón que todo en el mundo
está bien?"
Yo, como escritor amateur, aún no la
sé con certeza. Sin embargo, estoy seguro de que será una palabra de amor.
En
la última página del cuaderno, escrita con tinta roja, se encontró lo siguiente
que, por la letra, dedujeron casi sin duda que escribió ella, y no él, tiempo
después.
Te quiero muchísimo. No sé cuántas veces te
lo he dicho ya.
Te quiero. Te quiero de verdad. Te quiero demasiado. Te quiero, te quiero, te quiero. Te quiero mucho y me da igual que la frase pierda sentido. Me va a importar un pimiento.
Te quiero. Te quiero de verdad. Te quiero demasiado. Te quiero, te quiero, te quiero. Te quiero mucho y me da igual que la frase pierda sentido. Me va a importar un pimiento.
Es que todavía no me lo creo. Fue todo tan
repentino... Aún creo que en cualquier momento podría despertar y ser una niña
corriente, pero el sueño sigue y no me lo creo. Y de sólo pensar que es todo
real me hace tan feliz... No puedo creer que hayan pasado tantos meses ya desde
aquel relato ganador. Que hicieses tantas cosas por mí… Y yo por ti. Nunca
imaginé haber hecho tantas cosas por alguien.
Por simplemente juntar sus labios con los míos aunque sea una vez más. Después de todo eso, no me despierto. Y si lo es no quiero despertar nunca. Ya me lo dijiste, y tenías razón. La vida es algo maravilloso. Que sólo tenía que mirarla con buenos ojos. Así, como lo hacías tú.
Por simplemente juntar sus labios con los míos aunque sea una vez más. Después de todo eso, no me despierto. Y si lo es no quiero despertar nunca. Ya me lo dijiste, y tenías razón. La vida es algo maravilloso. Que sólo tenía que mirarla con buenos ojos. Así, como lo hacías tú.