jueves, 23 de mayo de 2019

El diario de la dríada #2: Dyggdrasil

Querido diario.  Escribo cuando falta muy poco para llegar a la Costa Oscura. Ha sido un tremendo viaje atravesando Telasus hasta llegar a Dyggdrasil. Muchos días han pasado desde que comencé mi viaje. Sin embargo, he conseguido ayudar a muchos con mi mismo objetivo. No llegué sola a la capital, sino junto a un simpático cazador. Él estaba muy agradecido por haberle ayudado a escapar de la cueva en la que se había perdido, y decidimos que sería mejor continuar el viaje juntos. Su nombre es Tyron. No es muy guapo, pero su pericia con el arco es impresionante, así que fue bastante fácil deshacernos de los obstáculos. Además, no le importaba acompañarme cuando teníamos que hacer algún desvío. El entrenamiento de dríadas necesita que tomemos un baño en cada una de las fuentes lunares de la isla para adquirir sus poderes, y algunas estaban muy lejos del camino a Dyggdrassil. Aún así, me acompañaba y se quedaba haciendo guardia para que ningún animal salvaje se llevase mis ropajes. Se parece a mí, siempre ayudando a los demás. Probablemente sea por eso por lo que conectamos tan rápido. Es una pena que, en cuanto el barco llegue, nuestros caminos se separarán. Yo voy a ayudar en todo lo que pueda a los elfos de la Costa Oscura. Él, sin embargo, tiene otro propósito: Dirigirse a la gran capital del mundo, a Fuerte Basconte. A mí supongo que me queda un largo camino hasta llegar allí. ¡No me encuentro ni siquiera en el mismo continente! Pero bueno, llegaremos a la costa cuando aún es de noche, así que espero que haya camas libres. No me importa dormir en cualquier sitio, pero las comodidades son bienvenidas. Además, siendo un puerto tan importante no creo que nos dejen tirados. Bueno, que me dejen tirada en cualquier caso. Se me olvida que voy a estar sola de nuevo al llegar a tierra. Me había acostumbrado a la compañia de Tyron. No hay problema. Tiene que haber algún futuro compañero por allí, estoy segura. 

Parece que ya hemos llegado. No estoy preparada para despedirme de Tyron. He pensado en regalarle el colgante que hice con un diente  de aquel tigre que casi me sorprende por la espalda, pero él derribó con un disparo certero; para que se lo lleve de recuerdo. Ya te informaré de cómo me van las cosas, querido  diario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario