sábado, 19 de marzo de 2016

Desafío de Vida #20: La Rosa de la Excelencia [Epílogo] (Tributo a heliceo)

Llamaron al timbre de la puerta. Ricardo se levantó con dificultad del sofá. Apenas había dormido aquel día. Habían pasado meses desde que completó el desafío y aún no se lo creía. De hecho, nadie lo creería. Miró un segundo a través de la mirilla y abrió la puerta de inmediato.

- Hola, Ricardo.
- ¿¡Paulina!?

Llevaba un ramo de flores de múltiples colores envuelto en un papel blanco. Se la veía igual que en el Desafío. No había sido una alucinación, después de todo. Ricardo había pensado que podía haber sido un largo sueño, pero estaba equivocado.

Paulina dio un fuerte abrazo a Ricardo. Él se lo devolvió, notando que Pau estaba sollozando.

- ¿Qué te pasa?
- Eres un héroe. Mi héroe. Nuestro héroe...

Ricardo comprendía lo que Paulina quería decir. Era verdad que había salvado, mejor dicho, resucitado a nada más y nada menos que a quince personas si se contaba a él mismo. Viéndolo desde ese punto de vista, Ricardo recordó que hubo una a quien no pudo.

- Ya, pero...
- Tranquilo. Se encuentra bien.
- ¿Qué?
- Nevan está bien.
- ¿Cómo?
- Hasta encontrarte, tuve que investigar. Acabé encontrándome con casi todos ellos antes de llegar a ti. Todos menos dos de ellos.
- Increíble, Pau. ¿Quiénes te faltaron?
- Raúl, el desaparecido y Nevan.
- ¿Pero no acabas de decir que ella estaba bien?
- Voy a empezar a explicártelo todo.

Paulina empezó a contar sus aventuras y el cómo se fue encontrando al resto del grupo. Sus vidas anteriores eran un completo misterio hasta ahora. Pau comenzó a desvelarlas todas. Una a una. Tantas vidas como flores tenía el ramo. Ella sacaba una flor cada vez que comentaba una historia, y lo hacía en un orden en concreto. Un orden del que Ricardo se acordaba bien.

Una flor blanca para la historia de Gabriela, quien había sido sacerdotisa en la iglesia por obligación de sus padres. En cuanto el desafío terminó, ella se encontró justo enfrente de su parroquia.

"Dije que iba a ser la última vez que lo utilizaría. No quiero tener nada más que ver con la iglesia nunca más."

Una flor naranja para contar su propia historia. Paulina era en realidad una trabajadora en una factoría de producción en serie. Cuando el desafío terminó, utilizó sus ahorros en viajar como podía. Ella sólo quería una cosa: Encontrar a Ricardo.

"Te quiero. Como si hubieses abierto con tu hacha un hueco en mi corazón."

Ricardo se quedó boquiabierto, perfecto para Paulina, quien se lanzó a darle un beso para aprovechar la oportunidad.

- Pau...
- ¿P-Puedo seguir?

Ricardo suspiró y, con un gesto, permitió que Paulina continuase, aunque ambos continuaran confusos.

Sacó rápidamente una flor magenta y otra azul clara que contaría la historia de Francisco. Formaba parte de una mafia, y él era el francotirador. Finalizado el desafío, cambiaron las tornas. No le hacía excesiva ilusión, pero haciendo las pruebas convenientes, entró a formar parte del cuerpo de policía haciendo lo que mejor se le daba: Disparar.

"Hay una manera de entrar en la cabeza de las personas. De un disparo en ella."

Sacando otra flor más, esta vez de color amarillo, dijo que Luisa era una doctora y ávida lectora. Su vida no había cambiado en nada después de revivir. Es más, echaba un poco de menos eso de tener poderes mágicos. Sin embargo, no se quejaba de nada.

"De todos modos, leyendo puedo volver a ser una maga parecida a como fui."

Cogió la flor verde lima. Víctor trabajaba en una consulta de psicología. Lo continuó haciendo tras el desafío porque a él le encantaba lo que hacía.

"Yo ya hice lo que tenía que hacer. Ahora, voy a seguir con lo que debo que seguir haciendo: Vivir."

Sacando la flor de color rosa habló de Mimi. Dijo que en cuanto volvió a la vida, retó al Gran Maestro Yao, líder de su aldea. Ahora es la Gran Maestra Mimi. Aprendió mucho de Ricardo, confesó a Paulina.

"Ser la Gran Maestra no me hace olvidar a mis Grandes Maestros."

Pau sacó una flor gris oscura. No destacaba apenas, pero había que comentar el cómo encontró a Cristina... Y a Luis, porque sacó las dos flores grises. Ambos estaban de caminata por los bosques. Habían parado en un pueblo, donde se encontraron a Paulina. Ambos comentaron sus planes: Viajar por lugares inhóspitos y vivir aventuras.

"Puedo encajar muchos golpes. Van a dar sus frutos cuando derrote a mis enemigos"

"Puedo recorrer el mundo sin problemas. Yo y una flecha. O quizás más. No importa."

Sacó la flor morada. Manuel no tenía nada que ver en el desafío con cómo era en realidad. Sí en apariencia, pero no como dueño de una de las mayores empresas. Paulina quedó impresionada al verlo.

"Aún le debo dinero a ese hombre. Si lo encuentras, me avisas. Así podré agradecérselo."

La siguiente flor a sacar era la azul oscura. También sacó la flor verde oscura junto a ella. Ricardo en seguida supo lo que iba a contar Paulina. Serena y Benjamín se quedaron juntos.

Y también sacó la flor negra.

- ¿Nevan?
- Sí. Benjamín me lo contó. Siempre había sido un nosequé de los espíritus. Con eso, me dijo que invocó a Nevan. Pero sólo murió en cuerpo invocado. Él me dijo que aún podía hablar con ella.
- Vaya... Qué... Extraño.
- Sí lo es.

"Yo por fin he podido volver a sentir lo que sentía. Soy feliz."

"Ricardo fue como el héroe de las historias que escribía de joven."

"Tengo que reconocer que era un humano bastante guapo. No se lo digas a Paulina, vale?"

Sacó a continuación una flor marrón, pero no pudo decir nada. Simplemente dijo que Raúl estaba desaparecido por el momento.

"Me fuí voluntariamente. Quise cambiarlo todo y de momento, me está yendo bien. Ya decidiré si vuelvo o no."

Y quedaban dos flores. Sacó una flor roja señalizando a Bartolo. La risa se apoderó de Paulina al recordar cómo se lo encontró. Tenía mucho dinero para sus caprichos. Era hasta famoso. Un hombre tan grueso y aparentemente no muy inteligente se había montado una vida lujosa en un barco tripulado.

"¿Ricardo? Ese tío es el amo."

Aún así, quedaba una flor. Una rosa, para ser exactos.

- ¿Y qué es esa rosa? Ya están todos.
- Esta rosa es tu premio.
- ¿Mi premio?
- Por haber completado el desafío. No es algo que yo haya decidido. Me lo dejaron en esta carta a mí.

Paulina le mostró la carta y le entregó la rosa a Ricardo. Posteriormente, leyó la carta.

"Estimado Ricardo. Le envío esta carta para que tenga constancia de que fuiste vencedor del Desafío de Vida. Como excelente ser humano que eres, te otorgo la Rosa de la Excelencia. Enhorabuena.

Firmado: Protox"

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